Wilson Muñóz Suárez, nacido en Cúcuta, fue arrestado en Doral, Florida, por practicar cirugías estéticas sin licencia. El hombre de 60 años, lejos de rendirse ante la justicia, utilizó a su madre como escudo humano en un intento desesperado por evadir su captura. Ahora enfrenta serios cargos por ejercicio ilegal de la Medicina, agresión a una persona mayor y resistencia al arresto.
Este caso pone en evidencia la alarmante proliferación de falsos médicos que, sin la preparación ni acreditación necesaria, ponen en riesgo la vida de personas en busca de procedimientos estéticos. La falta de regulación y el desconocimiento de los pacientes han convertido estas prácticas en un negocio clandestino con consecuencias irreversibles.
El arresto de Muñóz Suárez no solo expone la precariedad de los controles sobre la medicina estética, sino también la irresponsabilidad de quienes, motivados por la avaricia, juegan con la salud de otros. El uso de su propia madre como escudo en el momento del arresto añade un elemento de indignación a este caso, mostrando la falta de escrúpulos de alguien que no solo operaba ilegalmente, sino que también intentó evadir la justicia de manera cobarde.
Las autoridades instan a la comunidad a verificar las credenciales de los médicos antes de someterse a cualquier procedimiento estético. Este caso debe servir como advertencia para evitar caer en manos de falsos profesionales que representan un grave peligro para la salud pública.