Donald Trump, el candidato del Partido Republicano, marcará varios hitos históricos cuando asuma la presidencia de Estados Unidos por segunda vez en enero de 2025. El exmandatario no solo será el presidente más longevo de la historia del país, sino que también será el primero en llegar al Despacho Oval con una condena penal pendiente.
Un regreso a la Casa Blanca con múltiples frentes judiciales
El magnate neoyorquino, quien ha calificado las acusaciones judiciales en su contra como parte de una «caza de brujas», regresará al poder enfrentando diversos procesos legales. Uno de los más relevantes es su condena por 34 cargos relacionados con la falsificación de registros comerciales. Este caso investiga el pago de 130.000 dólares a la ex actriz pornográfica Stormy Daniels, en un intento de silenciarla sobre una presunta relación extramatrimonial antes de las elecciones de 2016, en las que Trump logró su primera victoria presidencial.
Una condena que podría llevar a prisión
La sentencia por el caso de Stormy Daniels podría darse en noviembre de 2024. Aunque el máximo de la pena es de cuatro años de prisión, el juez podría optar por una condena menos severa, como arresto domiciliario o servicios comunitarios. No obstante, los abogados de Trump luchan por demostrar su inocencia y retrasar la sentencia, mientras también enfrentan otros casos legales, como la investigación por interferencia en las elecciones de 2020.
¿Podría Trump indultarse?
Dado que el caso de Stormy Daniels no es de carácter federal, Trump no tendría la posibilidad de indultarse una vez asuma la presidencia. El proceso, además, corre bajo la jurisdicción del estado de Nueva York, lo que limita su capacidad para intervenir directamente en el juicio.
El presidente más longevo de la historia estadounidense
Trump, quien tiene actualmente 78 años, será investido como presidente a los 78 años y 221 días, superando a Joe Biden, quien asumió con 78 años y 61 días. En cuanto a edad, Trump también supera a otros expresidentes como George W. Bush y Barack Obama. El único expresidente más longevo es Jimmy Carter, quien se convirtió en centenario en octubre de 2024.
Con esta nueva reelección, Trump se convierte en una figura política que desafía tanto los récords de edad como las normas políticas y judiciales de Estados Unidos.