Las autoridades lograron rescatar a una niña y a varios menores de edad que permanecían retenidos en una vivienda en Cúcuta, Norte de Santander, donde además se capturó a un hombre presuntamente vinculado a una red de explotación infantil.
El operativo tuvo lugar el 23 de enero, tras una investigación iniciada el 14 de enero por la desaparición de una niña de 13 años, quien no regresó a su hogar después de clases. La denuncia de su familia llevó a la Seccional de Protección y Servicios Especiales (Sepro) de la Policía Metropolitana de Cúcuta a un inmueble en el barrio Nuevo Horizonte.
Vecinos de la zona habían alertado sobre un movimiento constante de menores de edad en la vivienda, lo que generó sospechas. “Es una casa de tres pisos, y en el segundo se notaban comportamientos inusuales: un adulto vigilando a los niños, luces encendidas hasta tarde y otras actividades que preocupaban a la comunidad”, señaló una fuente judicial a La Opinión.
Con estos indicios, las autoridades obtuvieron una orden de allanamiento, que se ejecutó el 23 de enero con la participación del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). En el operativo, se halló a la menor desaparecida, quien al parecer había sido expulsada del lugar por no cumplir con ciertas exigencias impuestas por sus captores.
También se encontró en el sitio a Jeffer Pabón, de 21 años, y a su pareja, una adolescente de 17 años. Muñoz fue capturado y la joven aprehendida, mientras que otros tres menores de edad fueron rescatados.
Ambos enfrentan cargos por trata de personas agravada, proxenetismo con menores, uso de menores en la comisión de delitos y producción de material de abuso infantil. Un juez dictó medida de aseguramiento en prisión para Muñoz y ordenó la reclusión de la adolescente en un centro de internamiento.
Las investigaciones revelaron que en el lugar funcionaba un estudio clandestino donde obligaban a menores a generar contenido para plataformas en línea dirigidas a usuarios en Estados Unidos, Europa y América Latina.
Las autoridades continúan con las investigaciones para identificar a otros posibles involucrados en esta red de explotación.