La crisis del sistema de salud en Colombia vuelve a golpear con fuerza. Esta vez, el Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña lanzó un ultimátum a la Nueva EPS por una deuda que supera los 30 mil millones de pesos, advirtiendo que si no se realiza el pago en los próximos días, se suspenderá la atención a más de 20 mil usuarios en el municipio.
“Según la cifra que nos han informado, la deuda está por alrededor de los 30 mil millones de pesos”, explicó Jorge Bohórquez, personero de Ocaña, quien alertó sobre la grave afectación que podría generarse en la comunidad si no se llega a un acuerdo.
De cumplirse la advertencia, los pacientes afiliados a la Nueva EPS tendrían que desplazarse hasta Cúcuta o Bucaramanga para recibir atención médica. “Trasladar a todos los usuarios a estas ciudades implica más de cuatro horas en carretera. A eso se suma la ola invernal, los trancones y el alto flujo vehicular. Muchas veces los pacientes no pueden esperar por la situación que están viviendo”, señaló el funcionario.
A la incertidumbre por la posible suspensión del servicio se añade otro problema: la falta de entrega de medicamentos, que ya viene afectando a cientos de usuarios en Ocaña.
Mientras tanto, los pacientes esperan una pronta solución entre el hospital y la Nueva EPS, para no quedar en el limbo y sin la atención médica que necesitan.