Continúan los esfuerzos de búsqueda en el cementerio central de Cúcuta
En una nueva intervención en el cementerio central de Cúcuta, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) ha identificado hasta ahora 270 cuerpos correspondientes a personas que fueron reportadas como desaparecidas durante el conflicto armado colombiano. Estos restos forman parte de una cifra más amplia de 5.144 encontrados en este camposanto, de los cuales 270 son de víctimas directamente vinculadas con desapariciones forzadas, según confirmó la Secretaría de Gobierno de Cúcuta.
Un proceso largo y complejo
Desde 2019, la UBPD ha liderado campañas de búsqueda en fosas comunes a lo largo de Norte de Santander, recuperando 315 cuerpos en distintos puntos de la región. La intervención actual, que es la número 10 en lo que va de 2024, sigue en curso, ya que de las 42 zonas de interés forense en el cementerio central, 9 han sido liberadas y 33 aún permanecen bajo medidas cautelares.
Miguel Castellanos, Secretario de Gobierno de Cúcuta, explicó a RCN Radio que las autoridades seguirán trabajando en las 33 áreas restantes en los próximos meses, con la esperanza de encontrar y dar identificación a más víctimas de desaparición forzada, algunas de las cuales llevan más de 20 años siendo buscadas por sus familias.
Expectativas para 2025
A pesar del avance en las búsquedas, las autoridades confirman que las campañas continuarán en 2025, pues todavía faltan por intervenir muchas zonas dentro de los 42 puntos de interés forense identificados en el cementerio central de Cúcuta. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha prorrogado por seis meses la medida cautelar que permite la búsqueda y la identificación de cuerpos en estas fosas comunes, y se estima que más de 12,000 cuerpos aún necesitan ser identificados.
Esta acción forma parte del compromiso continuo del Estado y de la JEP para esclarecer las desapariciones forzadas ocurridas durante el conflicto armado, un flagelo que ha dejado miles de víctimas en el país, particularmente en regiones como Norte de Santander, donde la violencia del conflicto armado dejó una profunda huella.