Tras permanecer 14 años privado de la libertad por un crimen que no cometió, Edward Nieto ha sido declarado inocente por la Corte Suprema de Justicia, luego de un arduo trabajo legal liderado por abogados del proyecto Inocencia de la Universidad Libre, seccional Cúcuta.
Nieto fue capturado en junio de 2011, señalado de haber participado en una masacre ocurrida en el corregimiento de Juan Frío, zona rural de Villa del Rosario, atribuida a grupos paramilitares. En ese momento, se encontraba en la vivienda de su entonces pareja sentimental, lugar que fue allanado por las autoridades y donde también residían otros hombres vinculados a los hechos violentos.
“Edward se encontraba en la casa de quien era su novia en ese entonces. Tras el allanamiento, es capturado y condenado a 54 años de prisión, pese a que no existía prueba alguna que lo vinculara directamente con la masacre”, afirmó el abogado José María Peláez Mejía, defensor del caso y docente de la Universidad Libre.
Durante los primeros siete años de condena, Nieto estuvo recluido en la cárcel Modelo de Cúcuta, y posteriormente en el centro penitenciario de Palogordo. Antes de su detención, esperaba los resultados de una prueba de ingreso al INPEC, entidad en la que aspiraba a trabajar tras haber prestado servicio militar en el área de vigilancia.
Gracias a la tercera acción de revisión interpuesta en 2017 ante la Sala Penal de la Corte Suprema, y al trabajo conjunto del equipo jurídico del proyecto Inocencia integrado por los abogados Ronald Zanabria, Yefri, Angélica Quintero, Denis Sanguino y liderado por el entonces director de investigaciones Diego Armando Yáñez Meza, hoy rector de la Universidad se logró demostrar que Nieto no tuvo participación ni conocimiento alguno de los hechos.
“Desde la Universidad Libre trabajamos por la defensa de personas que han sido injustamente procesadas y que no tienen los recursos para acceder a una defensa adecuada. Edward es un claro ejemplo de lo que puede lograr la justicia cuando se actúa con convicción y compromiso”, aseguró el abogado Peláez Mejía.
Por su parte, Edward Nieto relató el drama que vivió desde el día de su captura: “No sabía por qué me llevaban detenido. Me enteré que era por una masacre cuando me trasladan a la URI. Yo nunca conocí a las personas que vivían en esa casa ni sabía a qué se dedicaban”.
Tras recuperar su libertad, Nieto enfrenta ahora el reto de reconstruir su vida y superar las secuelas emocionales de más de una década tras las rejas. “Quiero sanar mis heridas, recuperar mi salud mental y tener una oportunidad laboral para rehacer mi vida”, expresó.
Se espera que, en los próximos meses, una vez el juez de conocimiento emita la decisión final derivada de la orden de la Corte Suprema, se inicie una demanda por privación injusta de la libertad en favor de Edward Nieto.